Hablar en público es una habilidad invaluable en el mundo moderno. Desde presentaciones en el trabajo hasta discursos en eventos sociales o entrevistas en medios de comunicación, la capacidad de comunicarse de manera efectiva frente a una audiencia puede abrir puertas a oportunidades profesionales y personales. También a deportistas. Sin embargo, para muchas personas, el miedo escénico al hablar en público se interpone en el camino, impidiendo que alcancen su máximo potencial y, en ocasiones, causando que pierdan oportunidades importantes.
Todas las personas queremos ganar oportunidades, queremos crecer profesionalmente y no es justo que perdamos oportunidades por no hablar bien en público. Precisamente, de esto hablaba recientemente en en una entrevista en la Cadena SER. ¿Qué habría sido de personas como Obama, Felipe González, Adolfo Suárez, Michelle Bachelet, Oprah Winfrei o, incluso el futbolista Jorge Valdano? Pues que una parte fundamental de su éxito y liderazgo se ha basado en una excelente comunicación personal.
Si el miedo escénico nos paraliza, este éxito no llega. La ansiedad y el temor a cometer errores pueden impedirnos expresar nuestras ideas de manera clara y convincente, lo que a su vez puede afectar nuestra capacidad para avanzar en nuestras carreras, establecer conexiones significativas o participar plenamente en actividades sociales.
La injusticia radica en que el miedo escénico al hablar en público no refleja necesariamente nuestras habilidades, conocimientos o valía como individuos. Muchas personas talentosas y competentes experimentan este temor, pero se encuentran limitadas por él, mientras que otras, quizás menos calificadas o con menor experiencia, prosperan impulsadas por la capacidad de expresarse con confianza en situaciones públicas.
Aquí el miedo escénico es el malo de la película. Pero con un matiz importante, habita en nosotros. Y si buscamos una espada mágica que lo combata, también hemos de buscarla en nosotros mismos. La espada mágica contra el miedo escénico al hablar en público eres tú. Y un curso de Hablar en Público es una excelente idea para conocer las causas del miedo escénico y aliviar sus efectos.
En los talleres y cursos que imparto para hablar en público, y en los que también trabajamos la comunicación en radio y televisión, hablamos de 7 pilares en los que basar nuestra forma de afrontar el miedo escénico.
Nada vital está en peligro. De tu intervención no depende contraer una enfermedad grave, ni que se declare la III Guerra Mundial. Así que, relativiza.
Tenemos derecho a expresar nuestros puntos de vista, nuestras ideas, nuestra formación…
Tenemos derecho a equivocarnos. De hecho, nos equivocaremos. Los grandes líderes se fallasn en sus intervenciones (a veces nos enteramos y otras no).
El miedo no hay que eliminarlo. El estrés positivo nos ayuda a sacar el talento y expresar emoción. Por lo tanto, la clave no está en “eliminar” sino en “domesticar”.
Todas las personas experimentan miedo escénico. Artistas famosos lo han tenido después de centenares de actuaciones. (Te aconsejo esta entrevista a Joaquín Sabina y Leiva).
El miedo que percibe el público suele ser menor que el que nosotros sentimos. Así, siempre. Por eso, en nuestros talleres hemos creado el “nerviosímetro” en el que demostramos que en el 90% de las ocasiones en las que interviene alguien que declara tener miedo escénico y puntúa su nivel de nervios en una escala del 1 al 10, su puntuación es mayor que la que puntúan sobre ella quienes han formado parte de la audiencia.
La preparación es el pilar fundamental. El ultimo, y para mi más importante, tener claro que llevar nuestra intervención y nuestro mensaje tiene que estar bien preparado, y muy practicado. Esto va a ser el primer mandoble de nuestra espada mágica al miedo escénico.
